jueves, 21 de julio de 2016
La felicidad en cosas pequeñas
miércoles, 11 de julio de 2012
“MARCO NORMATIVO DENTRO DEL CUAL DEBE EJERCERSE LA LIBERTAD DE PRENSA”
jueves, 23 de octubre de 2008
La izquierda se extiende en Sudamérica con Fernando Lugo

Como ocurre en otros países de la región, a Lugo lo apoya una izquierda muy vinculada a movimientos sociales populares y sectores de
"Lugo se suma a la primavera democrática que irrumpe en América Latina (...) Tras un largo período de dictaduras militares y gobiernos neoliberales corruptos, los electores votan a gobiernos democrático populares", afirmó el teólogo brasileño Frei Betto, figura emblemática de la izquierda católica latinoamericana.
Actualmente en Sudamérica existen gobiernos considerados de izquierda en Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Ecuador, Uruguay y Venezuela, a lo que viene a sumarse Paraguay.
Muchos de sus líderes -como Lugo- no eran políticos profesionales. El presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, fue un obrero metalúrgico antes de convertirse en sindicalista y fundar su partido. El venezolano Hugo Chávez fue militar; Evo Morales, primer mandatario indígena de Bolivia, era un líder cocalero.
Tras servir como religioso en las comunidades indígenas de Ecuador y ejercer de obispo en una de las regiones más pobres de Paraguay, Lugo, de 57 años, colgó los hábitos en diciembre de 2006 para ser candidato a la presidencia.
Y llegó al poder apoyado por una veintena de organizaciones sociales y populares y nueve partidos políticos, la mayoría de izquierda, aunque también de derecha, bajo el nombre de Alianza Patriótica para el Cambio (APC).
Opiniones
"El socialismo del siglo XXI" se impone en la región, como rebeldía contra el neoliberalismo, dijo sobre la victoria de Lugo el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, también ingresado a la política en años recientes.
Lugo tendrá que mostrar quién será en el poder y qué margen de maniobra tendrá.
"No se sabe todavía cómo los conservadores, que siempre tuvieron el poder, van a reaccionar con respecto al gobierno de Lugo, y tampoco qué apoyo interno tendrá y en qué medida su gobierno va a ser radical o va a mostrar una ruptura muy abrupta con el pasado", opinó el argentino Luis Fernando Ayerbe, profesor de
Lugo ha dejado claras algunas prioridades, comenzando por la lucha contra la corrupción y la pobreza, dos grandes males en su país de 6 millones de habitantes y más de 40% de pobreza (20% extrema).
"No voy a olvidar que estoy al servicio del pueblo", garantizó esta semana ante periodistas.El ex obispo también ha indicado que pretende buscar su propio camino en la región: "No quiero tener la trayectoria política de ningún líder de América Latina. Quiero hacer un servicio a mi país".
Entre sus desafíos, el nuevo presidente paraguayo tendrá que resolver una cuestión pendiente con Brasil: el reclamo que fue bandera en su campaña electoral de que este multiplique por siete lo que paga por la electricidad de la gigante represa binacional de Itaipú.
Además, está la situación de los estimados 200.000 'brasiguayos', como popularmente se conoce a los brasileños radicados en Paraguay, muchos en áreas en conflicto por la reforma agraria.
"Lugo es un líder más de la izquierda, con un proyecto social, de preocupación con los más pobres, que asciende al poder en Sudamérica, y ese es un factor que propicia el ambiente de entendimiento y cooperación; pero ese entendimiento se neutraliza con las respuestas introspectivas, nacionales y nacionalistas que dan a sus problemas, y en eso Lugo no parece diferente", dijo el profesor de Relaciones Internacionales de
Con AFP
http://noticiasrcn.com.co/content/la-izquierda-se-extiende-sudamerica-fernando-lugo-paraguay
miércoles, 22 de octubre de 2008
Sencillo es mejor

REDACCIÓN Y ESTILO Es muy fácil. Y sumamente difícil. Escribir con sencillez es una ley imprescindible. Y sencillez no quiere decir simpleza. Lo dijo alguien: escribir de una manera que el lector pueda decir: eso lo escribe cualquiera.
Lo primero es cumplir las normas de la gramática, que no existen sólo para aprobar o desaprobar exámenes, sino sobre todo para ayudarnos en la comunicación. Sujeto, verbo y predicado; esa es la base de todo. En español, un verbo fuera de lugar puede enredar la lectura; un sujeto colocado en una posición extraña, la hace insoportable.
El lector espera mensajes, información, señales, lectura para disfrutar. No nos exige que demostremos nuestra cultura. Escribamos las palabras más conocidas, las que estén al alcance del común de los lectores. Es mejor Juan entró a su casa que Juan entró a su hogar.
Cuidado con esas oraciones largas donde el sujeto se pierde, alerta con esos párrafos con muchas oraciones.
Es preciso que seamos originales, pero la originalidad tiene su mejor soporte en la sencillez. Nadie puede proponerse ser original. Se es o no se es original. Por el camino de la búsqueda de la originalidad se puede llegar al ridículo.
No podemos vestir de etiqueta al jugador de fútbol. Esto quiere decir que lo importante en una información es la información misma, escrita con respeto a leyes muy viejas, tan viejas que parecen nuevas.
Si el texto habla sobre que finalizó la cosecha de café, no hay otra manera de decirlo: La cosecha de café finalizó ayer en Matanzas... No hay que referirse a la historia del café, ni llamar al grano por otro nombre supuestamente poético, ni buscar artificio alguno. No hay que sentir vergüenza de redactar sobre temas aparentemente menores.
No hay que rebuscar, porque rebuscar oscurece.
La sencillez viene del conocimiento de la técnica, de la cultura, del dominio de las estructuras gramaticales. Pero hay algo determinante, decisivo, que es el estado de ánimo, la claridad de las ideas en la mente del que escribe, el despeje mental del redactor.
Una cabeza con ideas confusas, redactará frases confusas; una mente enmarañada, escribirá textos enmarañados. Necesitamos tener la mente sana, sin preocupaciones feas, limpia, para que los párrafos salgan limpios, claros, sencillos.
Parece tal vez contradictorio, pero es el estilo sencillo el que se impone en todos lados no solo en la prensa mundial. Sencillez y belleza han de ir juntas.
El estilo nace, y también se crea. Imitar es bueno, afirma el maestro mexicano Manuel Buendía. Pero hay que estar alertas: saber qué ejemplo imitamos.
Hay que leer, hay que estudiar. No hay otro camino. Y proponerse metas superiores. Escribir mejor que García Márquez, que Augusto Roa Bastos, que Helio Vera.
Y revisar cada línea, cada palabra. Pensar que cada escrito nuestro debe ser una obra maestra. La prisa muchas veces constituye un mito. Siempre, siempre, siempre, hay tiempo para revisar, para mejorar, para hacer un texto más eficaz, bello y claro.
Autor: Manuel González Bello
Medio: Juventud Rebelde.